Esta tercera edición de la abrasadora serie Galería del Pecado nos lleva una vez más entre bastidores a un mundo del arte que está mucho más impulsado por el sexo de lo que imaginas. Así que deja a un lado el argumento bobalicón y su pretendido tono serio: esto va de sexo, simple y llanamente, y en ese aspecto cumple con creces.